Este nutriente es estimado como un nutriente obligatorio e indispensable para nuestro organismo, es importante para la formación de vasos sanguíneos, colágeno en los huesos y músculos. Es un gran antioxidante forma parte del proceso de curación de nuestro cuerpo, ayuda a proteger las células frente a los efectos de los radicales libres, que son las moléculas que produce nuestro cuerpo cuando descompone los alimentos, o si estamos en contacto con el humo de tabaco y la radicación.
Igualmente, es reconocida con el nombre de vitamina antiescorbútica o ácido ascórbico, esta es imprescindible para el crecimiento y el desarrollo, juega un papel importante en la reparación de los tejidos de cualquier parte del cuerpo, ayuda a evitar el deterioro de dientes y huesos, y puede curar algunas gripes comunes.
Hay que aclarar que esta vitamina no la produce nuestro organismo, es por esto que los expertos recomiendan una dieta equilibrada, para poder obtener las cantidades necesarias en lo que consumimos.
Como mencionamos anteriormente su poder antioxidante evita que se acentúen los signos de la edad como arrugas, piel menos tersa y flacidez. Con ayuda de la vitamina C y un tratamiento correcto podemos reparar los daños excesivos por la oxidación, incluidas las manchas, las cuales son provocadas al estar expuestos a la luz del sol y no usar protector solar.
Fuentes de vitamina C:
La podemos hallar principalmente en vegetales y frutas, entre las cuales están los cítricos, kiwi, mango, piña, papaya, fresas, sandía, melón, brócoli, la guayaba que por cada 100 gramos contiene 228 mg de vitamina C, la coliflor, pimentón, tomates y espinaca. En los suplementos multivitamínicos se encuentran de manera individual.
¿Cómo saber si tengo deficiencia de vitamina C?
Algunos de los síntomas que puede presentar una persona con falta de esta vitamina, es cansancio, debilidad, encías inflamadas con sangrado, hemorragias en la piel, nariz, orina, heces, anemia y mala cicatrización.
El escorbuto es la enfermad que se produce a falta de esta sustancia en el cuerpo, la cual se trata con altas dosis de vitamina para estabilizar al paciente.
La cantidad diaria que se recomienda puede variar según edad y sexo:
Hombres de 14 a 18 años 75 mg.
Mujeres de 14 a 18 años 65 mg.
Hombres mayores de 18 años 90 mg.
Mujeres mayores de 18 años 75 mg.
La vitamina C, resulta provechosa si se incluye en la dieta, para prevenir enfermedades como el escorbuto, que se produce por la poca ingesta de esta, cardiovasculares, renales y distintos tipos de cáncer, pulmón, páncreas o mama.
Los consumidores de tabaco necesitan añadir 35mg. más de vitamina, para combatir los radicales libres que genera el humo al fumar, para mujeres las mujeres embarazadas adultas 80mg. más y para las adolescentes 85mg. adicionales.
Y como nada en exceso es bueno, debemos resaltar que su consumo excesivo es perjudicial y causa diarrea, nausea y dolor.